"La gente o bien come demasiado o no come suficiente.
La mente siempre busca la forma de sentirse desgraciada.
Es sencillamente maravillosa,...
¡Es tan sagaz para buscar algún motivo para sentirse desgraciada!
Es la artífice de todas tus tristezas, porque se desvanece en el estado de dicha y, por tanto, se opone a cualquier forma de dicha... Ten cuidado y no hagas caso cuando la mente te sugiera irte al extremo opuesto. Busca siempre la vía media de oro.
No escuches a la mente; aprende a saber dónde parar. Lao Tse dijo:
"Les dejo tres tesoros.
El primero es el amor.
El segundo es no irse nunca a los extremos.
El tercero es ser naturales".
Y dice que todo lo demás se dará por añadidura.
¿Por qué se dará por añadidura si sigues estos preceptos simples?
Porque la mente es experta en crear desgracias. Un joven me dijo alguna vez:
"Me gustaría vivir sólo de agua".
¿Por qué? ¿Por qué sólo de agua?
Ya era desgraciado. Siempre había comido demasiado.
Su vida ya era un infierno y quería crear otro.
¿Cómo es posible vivir solamente de agua?
Ese sería otro infierno. Después de ese infierno, pasaría a otro. La mente se caracteriza por pasar de un infierno a otro.
En algún punto, entre dos infiernos, está el cielo, pero la mente siempre pasa de largo. El cielo está entre dos infiernos; por consiguiente, aprende bien dónde parar. Para en el medio.
No comas demasiado y no ayunes.
Así no podrás ser egoísta, porque quien come en exceso es egoísta".
OSHO
